02 septiembre 2006

SOBRE LA FRASE DEL SABADO


Es una frase que con pocas palabras dice mucho. Expresa el significado del porqué del deporte. El Baloncesto es un medio increíble para llenar de valores humanos a nuestros jóvenes, valores como la amistad, el compañerísmo, el espíritu de superación, la responsabilidad, el trabajo en equipo, la disciplina, la autoestima, la confianza en uno mismo y con los demás. Valores que por desgracia no suelen prodigarse hoy día en nuestra sociedad y que debemos hacer que sean la columna vertebral de nuestros jovenes.

Por lo tanto, a trabajar, la responsabilidad de todo aquel que trabaja con los jovenes va más allá que enseñar fundamentos, preparar físicamente o diseñar tácticas para ganar partidos, ésto es tan solo una parte del Baloncesto, nuestra primera oblicación es aprender a enseñar, para así poder asumir el reto tan importante como es la Educación. No nos podemos quedar estancados y pensar que lo sabemos todo. No podemos exigir, si nosotros no predicamos con el ejemplo. Los jugadores son como un ordenador en blanco el cual hay que programar, y los programadores somos nosotros los entrenadores, los padres y los profesores de la escuela y para ello debemos estar a la altura y así poder aportarles los valores que necesitan.

Llegará un día en el que alguno de estos jugadores conseguirá jugar con el primer equipo de su club, a lo mejor incluso más arriba y tendrá el privilegio de ser profesional del baloncesto, pero otro será un abogado reconocido, aquella pequeña descoordinada se convertirá en doctora. ¿Quién sabe en que se convertirán? Lo que si es seguro es que pasaran los años vendrán nuevas generaciones y aquellos primeros jugadores que entrenamos se acordarán de aquel pesado que constantemente insistia en que se duchase al finalizar el entrenamiento, del que le obligaba a atarse bien las botas de básquet, de aquel que le castigaba con abdominales cuando no se esforzaba lo suficiente, se acordara de aquella final, de lo que sentía cuando ya solo restaban unos segundos para finalizar el partido que les daba el campeonato, se acordará de las emociones, de como se abrazaba a sus compañeros y de los muchos momentos vividos.

Si amigos entrenadores, ésto es lo que queda, ésto es lo que definitivamente se vendrá con nosotros cuando el último partido finalice.

Miquel Ballester

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