06 septiembre 2007

NO HAY BIEN QUE POR MAL NO VENGA

Tarde o temprano tenía que llegar, 28 victorias consecutivas, eran muchas victorias, la infalible ley de probabilidades nos situaba cada vez más cerca del primer tropiezo y en éste deporte de estadísticas no podía ser menos. Claro está que a nosotros nos duele la derrota, pero estoy convencido que más les duele a técnicos y jugadores.

Aprender de la victoria es la forma más dulce de crecer cómo equipo, pero aprender de la derrota, aunque sea amarga, no es más que otra forma muy útil de seguir creciendo, lo más importante es analizar humildemente las causas.

En el partido de ayer, España, no jugó mal sus cartas, a pesar de que en algunos momentos diera la sensación que no se defendía y atacaba con la misma intensidad, consistencia y dureza que en partidos anteriores. Pepu y sus jugadores plantearon su partido, trabajaron con seriedad, eso sí tuvieron sus altibajos tal vez más acentuados que en otros partidos, unos dicen que la 3ª falta de Gasol marcó el devenir del partido, posiblemente así sea, pero no nos olvidemos que somos un equipo y como tal debemos jugar, cuando faltan dos piezas (no nos olvidemos de Navarro) el resto debe de multiplicarse para mantener el nivel del cual nadie duda.

Pienso que la respuesta y la responsabilidad de la derrota la debemos buscar en nosotros mismos, por ejemplo: nos dejamos llevar con contínuas protestas a los Árbitros, lo que en momentos importantes nos hizo perder la concentración, incluso Pepu, cargado de razón en sus protestas, invitó a sus jugadores a entrar de lleno en una dinámica de protestas nada positiva. El arbitraje tuvo un mal día, no jugaron un gran partido y no estuvieron a la altura de un envite en el que dejamos que nos desquiciaran.

Y cómo no, ayer, tal vez lo perdimos nosotros, pero no debemos quitarle méritos a Croacia, nos estudiaron a la perfección y nuestra combinación de defensas alternativas no les hizo perder la concentración; respondieron con solvencia a cada tipo de defensa planteada. Y en defensa, fueron duros, con órdenes claras de parar el ataque sea como sea, -no dejar jugar cómodos, no reciben a la primera, no balones interiores y si es necesario falta- debió decirles Jasmin Repesa a sus jugadores, y sin dudar lo hicieron, ayudados por la complicidad arbitral.

Ésta derrota es positiva, no hay nada peor que un equipo ganador con el orgullo herido. Grecia, subcampeona del mundo será sin duda la que pague los platos rotos, no hay bien que por mal no venga.

Miquel Ballester

No hay comentarios: